«me llega el programa de un curso que organiza el MNCARS titulado «Los lugares de la crítica», organizado por Ángela Molina que es no me ha interesado nunca nada de nada. Lo que si me llama la atención es el textito que pone como introducción a la cosa: «Frente a aquellos que han convertido la crítica en un juego estético, en un dogma o incluso en un ingenuo método subversivo contra la instituciones, vale la pena recordar que el espíritu crítico no está orientado al acuerdo, incluso puede ser objeto de interés progresivamente marginal». El final eso de lo «progresivamente marginal» suena de maravilla. Lo otro lo de que el no se busca el acuerdo está también perfecto sobre todo cuando la crítica en cuestión se pasó largos años en Barcelona cantando las excelencias del MACBA y particularmente de Borja-Villel. Está bien que ahora pase por Madrid a enseñarnos a todos cómo se hacen las cosas…» (Leer completo en loqueyotediga. Fernando Castro Flórez)
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